En el marco del XXIX Congreso Venezolano de Cirugía, se analizó una de las dificultades que debe enfrentar el médico cirujano: el uso óptimo de los antibióticos, ya que su prescripción inadecuada puede generar que un paciente desarrolle una infección durante o después de una intervención quirúrgica
Los especialistas que más utilizan antibióticos son los cirujanos, debido a que deben prevenir que una herida se contamine durante y después de una operación. “En nuestra práctica médica, la antibioticoterapia es fundamental en dos procesos: la profilaxis (uso de estos fármacos de forma preventiva antes de una cirugía) y antibióticos de uso complementario son administrados junto al manejo operatorio de infecciones tales como la Peritonitis”, comenta el Dr. Carlos Álvarez, cirujano-oncólogo de la Clínica Sanatrix.
Para realizar una adecuada profilaxis, es fundamental que los cirujanos manejen los antibióticos con sumo cuidado. “Sin embargo, algunos especialistas recomiendan el uso de antibióticos por tres días, obviando que lo ideal, en casos de prevención de infecciones, es suministrar estos fármacos en 1 ó 2 dosis, a fin de evitar que la bacteria se haga resistente a la acción de la droga, lo cual se conoce como resistencia bacteriana”, apunta el Dr. Álvarez.
En los casos de tratamiento de infecciones, los cirujanos deben usar los antibióticos por 7 a 21 días, dependiendo de la evolución clínica del paciente, “pero algunos médicos los recomiendan sólo por tres días o por más tiempo del período adecuado, situación que también puede aumentar los índices de resistencia bacteriana”, señala el Dr. Álvarez.
Aclara que, en la práctica médica, existe la costumbre de no utilizar antibióticos en las operaciones que no tengan riesgo de estar en contacto con factores contaminantes. “No obstante, el especialista debe tomar en cuenta de que existen factores inherentes al procedimiento quirúrgico, al tiempo de duración de la cirugía y al individuo, como la presencia de diabetes o insuficiencia renal, que pueden propiciar que un 40% de las heridas limpias lleguen a infectarse después de un procedimiento quirúrgico”.
Para los cirujanos, los antibióticos también pueden evitar la aplicación de una intervención quirúrgica. “En los casos de enfermedades infecciosas no complicadas, como una celulitis del miembro inferior, no es necesario un procedimiento quirúrgico, sino el uso adecuado de estos fármacos”, enfatiza el Dr. Álvarez.
A través de estos ejemplos, se demuestra que uno de los aliados del médico cirujano es la antibioticoterapia. Sin embargo, no la prescribe de la forma más adecuada posible. “En nuestros hospitales, la selección de estos medicamentos no se realiza por un análisis de las bacterias que puedan estar afectando al paciente, sino por la clase de antibióticos que exista en el centro asistencial”, señala el Dr. Álvarez.
Además, el especialista debe saber cuándo prescribir dos o más antibióticos, para lo cual debe revisar la clínica precisa y, en lo posible, buscar apoyo del microbiólogo. “Esta en boga la terapia de descalar, la cual consiste en ir simplificando progresivamente la terapia antimicrobiana de acuerdo con la mejoría clínica el paciente y el resultado microbiológico, a fin de disminuir la tasa de resistencia bacteriana”, apunta el Dr. Álvarez.
Por esta razón, se está comenzando a utilizar los antibióticos de nueva generación, que permiten una cómoda dosificación al día y controlar un amplio espectro de agentes infecciosos, gracias a su mecanismo de acción. “Uno de estos antibióticos es la tigeciclina, molécula que puede dosificarse 2 veces al día y cubre una extensa gama de bacterias, lo cual permite reducir el riesgo de que se produzca resistencia bacteriana en el paciente”, enfatiza el Dr. Álvarez.
Por lo tanto, de acuerdo con el Dr. Álvarez, lo ideal para mejorar la práctica médica del cirujano es ampliar su conocimiento en el uso de antibióticos y utilizar los que ataquen la mayor cantidad de bacterias posibles, a fin de evitar que surjan infecciones durante y después de una intervención quirúrgica.
Fuente: Tips Imagen
Los especialistas que más utilizan antibióticos son los cirujanos, debido a que deben prevenir que una herida se contamine durante y después de una operación. “En nuestra práctica médica, la antibioticoterapia es fundamental en dos procesos: la profilaxis (uso de estos fármacos de forma preventiva antes de una cirugía) y antibióticos de uso complementario son administrados junto al manejo operatorio de infecciones tales como la Peritonitis”, comenta el Dr. Carlos Álvarez, cirujano-oncólogo de la Clínica Sanatrix.
Para realizar una adecuada profilaxis, es fundamental que los cirujanos manejen los antibióticos con sumo cuidado. “Sin embargo, algunos especialistas recomiendan el uso de antibióticos por tres días, obviando que lo ideal, en casos de prevención de infecciones, es suministrar estos fármacos en 1 ó 2 dosis, a fin de evitar que la bacteria se haga resistente a la acción de la droga, lo cual se conoce como resistencia bacteriana”, apunta el Dr. Álvarez.
En los casos de tratamiento de infecciones, los cirujanos deben usar los antibióticos por 7 a 21 días, dependiendo de la evolución clínica del paciente, “pero algunos médicos los recomiendan sólo por tres días o por más tiempo del período adecuado, situación que también puede aumentar los índices de resistencia bacteriana”, señala el Dr. Álvarez.
Aclara que, en la práctica médica, existe la costumbre de no utilizar antibióticos en las operaciones que no tengan riesgo de estar en contacto con factores contaminantes. “No obstante, el especialista debe tomar en cuenta de que existen factores inherentes al procedimiento quirúrgico, al tiempo de duración de la cirugía y al individuo, como la presencia de diabetes o insuficiencia renal, que pueden propiciar que un 40% de las heridas limpias lleguen a infectarse después de un procedimiento quirúrgico”.
Para los cirujanos, los antibióticos también pueden evitar la aplicación de una intervención quirúrgica. “En los casos de enfermedades infecciosas no complicadas, como una celulitis del miembro inferior, no es necesario un procedimiento quirúrgico, sino el uso adecuado de estos fármacos”, enfatiza el Dr. Álvarez.
A través de estos ejemplos, se demuestra que uno de los aliados del médico cirujano es la antibioticoterapia. Sin embargo, no la prescribe de la forma más adecuada posible. “En nuestros hospitales, la selección de estos medicamentos no se realiza por un análisis de las bacterias que puedan estar afectando al paciente, sino por la clase de antibióticos que exista en el centro asistencial”, señala el Dr. Álvarez.
Además, el especialista debe saber cuándo prescribir dos o más antibióticos, para lo cual debe revisar la clínica precisa y, en lo posible, buscar apoyo del microbiólogo. “Esta en boga la terapia de descalar, la cual consiste en ir simplificando progresivamente la terapia antimicrobiana de acuerdo con la mejoría clínica el paciente y el resultado microbiológico, a fin de disminuir la tasa de resistencia bacteriana”, apunta el Dr. Álvarez.
Por esta razón, se está comenzando a utilizar los antibióticos de nueva generación, que permiten una cómoda dosificación al día y controlar un amplio espectro de agentes infecciosos, gracias a su mecanismo de acción. “Uno de estos antibióticos es la tigeciclina, molécula que puede dosificarse 2 veces al día y cubre una extensa gama de bacterias, lo cual permite reducir el riesgo de que se produzca resistencia bacteriana en el paciente”, enfatiza el Dr. Álvarez.
Por lo tanto, de acuerdo con el Dr. Álvarez, lo ideal para mejorar la práctica médica del cirujano es ampliar su conocimiento en el uso de antibióticos y utilizar los que ataquen la mayor cantidad de bacterias posibles, a fin de evitar que surjan infecciones durante y después de una intervención quirúrgica.
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