17 de enero de 2011

El estrés puede dañar las arterias



Los momentos de tensión o ansiedad ocasionan reacciones negativas en el organismo, que se reflejan en las elevaciones irregulares de la presión arterial

La hipertensión arterial puede tener distintas causas o elementos etiológicos, lo que obliga a los cardiólogos a evaluar los efectos de las diversas variables que inciden en las alteraciones de la presión sanguínea. La identificación de cada factor de riesgo implica una tarea importante en lo que respecta a la prevención, tratamiento y control de la enfermedad. Uno de esos elementos es el estrés.

El estrés es un factor contribuyente al riesgo cardiovascular que representa la hipertensión arterial; los efectos de las alteraciones emocionales, hábitos conductuales o estados socioeconómicos inestables se han estudiado en múltiples ocasiones, los resultados de dichos análisis determinan que cada persona puede enfrentar una situación difícil y específica de forma diferente.

Al respecto, el cardiólogo venezolano José Gómez Mancebo indicó que vivir situaciones estresantes -desde el tráfico citadino, las cuentas por pagar, los hijos y el trabajo- puede alterar la función normal de las arterias y llevar a la disfunción endotelial, y a la ateroesclerosis, ya que en momentos de estrés, el sistema nervioso libera hormonas que aumentan la tensión, afectan la capa interior de las arterias, y pueden incluso llevar al remodelado del corazón predisponiendo a hipertensión y arritmias cardiacas.

Del mismo modo, las situaciones estresantes incrementan la concentración sustancias que predisponen a la coagulación en la sangre, aumentando el riesgo de que se formen coágulos; éstos pueden cerrar total o parcialmente el flujo sanguíneo en una arteria obstruida por partículas de grasa que se hayan incrustado previamente en el endotelio, llegando a ocasionar un infarto.

Según el galeno, el estrés debe ser manejado por un equipo multidisciplinario que, además de los especialistas en materia cardiológica y cardiovascular, incluya a psicólogos o psiquiatras que ayuden al paciente a asimilar las diversas causas ambientales que inciden enormemente en las alteraciones de la presión arterial.

Asimismo, el doctor Gómez Mancebo dijo que una persona hipertensa, susceptible a situaciones estresantes, debe recibir el tratamiento apropiado. Existen diversas alternativas farmacológicas para controlar la presión arterial, como los medicamentos que actúan en el sistema renina angiotensina, un mecanismo orgánico que regula la presión arterial.

“Los antagonistas de los receptores de la angiotensina 2, inhibidores de las enzimas de conversión y bloqueadores directos de la renina, son algunos de los medicamentos más eficaces para controlar la hipertensión arterial”, indicó el especialista”.

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